Los acuaristas nos enfrentamos al dilema de la iluminación cuando comenzamos a introducir los primeros SPS (Short Polyp Stony, corales pétreos de pólipo corto) y LPS (Large Polyp Stony, corales pétreos de pólipo largo) a nuestro acuario. La industria, consejos sin fundamento real, y el marketing nos exponen a una tormenta de opciones que confunden y nos alejan de lo realmente importante a la hora de entender como impacta la iluminación a los corales en nuestro acuario.
Sin pretender ser esta LA BIBLIA DE LA ILUMINACIÓN ni mucho menos, al menos buscaremos desmitificar algunos conceptos.
Lo primero que todo acuarista debe entender es que la estabilidad es lo que logrará que sus corales prosperen tanto en color como crecimiento. Y la estabilidad no solo está relacionado con la química del agua, también tiene que ver con la disponibilidad de nutrientes y la iluminación.
Entonces, un aspecto crítico que debe entender es que los corales necesitan que, sea cual sea la iluminación que tengas en tu acuario, esta permanezca estable y sin cambios. No modificar el fotoperiodo (hora de encendido y hora de apagado), la potencia, o el espectro, es un factor decisivo para la salud de sus corales. Cuando hablamos estabilidad, debe considerar las magnitudes de tiempo de sus corales: Un coral tomará meses en adaptarse a una nueva condición de iluminación.
¿Qué podemos concluir con esto? Instale su iluminación, escoja la configuración de fotoperiodo y espectro de color, y guarde el controlador de su lámpara lejos de la tentación de jugar con sus sliders y ajustes.
Lo anterior es el gran secreto del éxito de los antiguos y vetustos aparatejos de iluminación Metal Halide y T5 que veías en hermosos y coloridos acuarios: No tenían opción alguna de ajuste, por lo que garantizaban un iluminación estable y sin cambios.
Aunque el término "mucha" es mañoso y difícil de llevar a un número, lo que es cierto es que la mayoría de los corales duros provienen de los más variados ambientes en cuanto a iluminación, desde los arrecifes de mar abierto australianos, en donde la fuerte corriente y energía solar son predominantes, a los sps y lps de indonesia, cuyo ambiente natural es de aguas mucho más oscuras y turbias e incluso profundas.
En cuanto a los LPS, son corales que prosperan con iluminación media a baja, cosa que usualmente se obtiene ubicándolos en el fondo del acuario, idealmente en zonas "a la sombra".
Y respecto a los SPS, aunque estos necesitan algo mas de luz (no todos, pues las acropora de aguas profundas son muy comunes), ante el hecho de que los que pueden prosperar con mayor facilidad son los de ambientes mas turbios, resulta que no es necesario una iluminación tan intensa para lograr que crezcan sanos, fuertes y con color.
Por lo tanto, acá podemos decir, "mas no es mejor". No es necesario gastar dinero en la lámpara mas cara del mercado para garantizar un crecimiento de sus corales sano y colorido. Nuevamente, lo importante será que mantenga estables las condiciones de iluminación y no estén cambiando a cada momento.
OK, ¿pero cual es el mínimo?. Si se trata de LED, los cuales concentran la luz en un campo muy definido, 1W cada 1,5 litros es razonable. Y para otras tecnologías menos direccionales, 2W por litro es lo mínimo recomendable.
El PAR (photosynthetic active radiation) es una forma de medir la cantidad de energía lumínica concentrada entre los 400 y 700 nm (nanometros) de longitud de onda. Ha sido usado por muchos fabricantes para indicar "cuan potentes" son sus lámparas. La razón de medir en este espectro de luz, es por que entre esas longitudes de onda están presentes aquellas que son mejor aprovechadas por las zooxantelas para hacer fotosíntesis y nutrir al coral.
Debemos entender que no solo las algas simbióticas del coral aprovecharán esta energía. También las otras algas presentes en acuario la aprovecharán.
Lo engañoso de este concepto es que no existe una única forma de medirlo, pues dependiendo del tipo de sensor utilizado, y la forma de integrar la medición, entregará uno u otro resultado. Adicionalmente un PAR muy alto, en el caso de luces LED, usualmente está asociado a la presencia de una componente no menor de espectro UV, producido por la forma en que emite luz un LED. Y esta presencia de UV en exceso no resulta beneficiosa para la salud del coral.
Esto podría ser un desincentivo para el uso de iluminaciones LED demasiado intensas, lo cual efectivamente debe llamar a tener cuidado con ellas.
Desafortunadamente, el marketing de muchas compañías ha llevado a engaños a muchos acuaristas, quienes confunden estrategias de venta con verdades científicas. La verdad es que en el caso de las acropora por ejemplo, en su ambiente natural prospera en la más amplia variedad de valores de PAR, desde los 30 PAR para zonas profundas y turbias en Indonesia, hasta los 2500 PAR en los arrecifes de laguna durante la marea baja en Bali.
El acuarista debe comprender que el coral es un animal muy adaptable, eso SI ES UNA VERDAD CIENTÍFICA. Pero son animales que requieren estabilidad para prosperar y eso incluye a la cantidad de luz que reciben en el acuario.
El ver acuarios exitosos iluminados solo con luz blanca, otros con un arcoiris de colores y muchos con sólo led azules, cabe preguntarse cual es el espectro ideal para iluminar un acuario de corales.
Existe evidencia razonable de que hay dos "picos" del espectro, más o muy importantes para la fotosíntesis. Un pico ancho en el rango púrpura / azul de los 400 a 500 nm y un pico rojo más estrecho alrededor de 660/670. Considerando que el agua, sobre todo el agua salada, absorbe gran parte (y a más de 5 metros el 100%) de las longitudes de onda rojas, se podría decir que el azul sería el espectro más natural para los corales, desde el punto de vista meramente fotosintético. No obstante, lo anterior aun está en estudio, y no hay dictamen científico al respecto.
Lo que si está claro es que la multiplicidad de espectros bajo los cuales es posible ver acuarios con muchas especies de acropora muy coloridas y con espectacular crecimiento solo demuestra que lo más importante es la estabilidad del tipo de iluminación y su espectro, así como de los otros parámetros de su acuario. Debe darle meses a sus corales para adaptarse a la nueva condición.
Otro ingrediente en esta confusión es el formato de la iluminación, pues el mercado ofrece muchas opciones.
El formato de panel tiene el beneficio de la iluminación muy distribuida, lo que evita en mayo medida las zonas de sombra en el acuario, esto podría inclinar claramente la balanza a su favor si no fuera por sus inconvenientes. Su tamaño y peso dificultan su montaje, además, se convierten virtualmente en un bloqueo para acceder al acuario desde arriba, lo que obliga a considerar en su montaje sistemas de altura variable para poder acceder al acuario por motivos de limpieza o introducción de corales.
La elegancia de las lámparas puntuales es muy atractiva para el acuarista, además que resultan más pequeñas y económicas. Adicionalmente, se puede lograr prácticamente la misma distribución de iluminación de un panel al ubicar varias luces puntuales sobre el acuario. Al ser más intensas puntualmente que las de panel, el mismo vidrio de las paredes del acuario permite que los rebotes de la luz iluminen zonas que podrían estar en la sombra si el acuario no tuviera paredes de vidrio.
Entonces, ¿qué tipo de formato de luz escoger?, acá primará el gusto y presupuesto del acuarista sin lugar a dudas. Existen innumerables muestras de acuarios muy exitosos con solo una luz puntual, sobre todo los cubos.